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Sexting: Lo que padres y adolescentes deben saber

Artículo de Vincenza Previte, colaboradora de PantallasAmigas

Ilustración de Credocross @ DeviantArtMucho antes de que nuestra sociedad empezara a utilizar los mensajes cortos de texto (SMS) como una nueva forma de comunicación, las conversaciones y los gestos eran herramientas básicas para el coqueteo entre hombres y mujeres. Hoy en día, muchos adolescentes y jóvenes adultos han encontrado una manera más sensual de expresar interés hacia otra persona. Esta nueva forma de coqueteo se llama “sexting”, que es el envío de fotos, videos y mensajes eróticos a través de SMS.

La sexóloga norteamericana, especialista en relaciones de pareja, Arlene Krieger asegura que las chicas adolescentes están más dispuestas a coquetear y practicar sexting que los chicos. Según Krieger, las chicas adolescentes sienten que mandando SMS con fotografías eróticas suyas, son más aceptadas y populares entre chicos.

El sexting también es considerado por muchas personas como una forma divertida de mantener una relación de pareja activa sexualmente. Sin embargo, aquellas personas que practican sexting deben ser muy cuidadosas con lo que envían porque siempre existe la posibilidad de que el contenido sexual del mensaje sea visto por personas que estén fuera de la relación sentimental.

“Se debe ser extremadamente cuidadoso con el contenido que se manda desde un teléfono móvil”, dice A. Wichern, una joven norteamericana de veinticuatro años que practicó sexting con su novio cuatro años atrás.

SextingWichern intercambió mensajes atrevidos y algunas fotografías provocativas con su ex novio porque pensó que esto avivaría el deseo sexual entre ambos.

“Sexo telefónico es muy de los noventa”, considera Wichern. “El sexting va más acorde a nuestra época”.

Wichern asegura que el contenido sexual que mandó a su novio a través de SMS, no fue utilizado en su contra después de que terminara la relación. Sin embargo, muchas adolescentes que han practicado sexting, y han mandado fotografías atrevidas a sus parejas, no han sido tan afortunadas, pues sus fotos han sido difundidas en la Red.

Tal es el caso de una joven de 18 años de Ohio, Estados Unidos, llamada Jesse Logan quien se suicidó en julio de 2008 después de que fotografías eróticas suyas fuesen expuestas en el instituto donde estudiaba. Logan practicó sexting con su novio pero cuando su relación acabó, éste envió las fotografías eróticas de Logan a otras muchachas que estudiaban con ellos.

Según una edición del Today Show, un programa norteamericano de noticias del canal televisivo NBC, Logan trató de ignorar la humillación que sufrió, continuó asistiendo a clases y concluyó sus estudios de secundaria. No obstante, después de acudir al funeral de una joven que se había suicidado, decidió hacer lo mismo.

El instituto donde estudiaba Logan no tomó medidas en contra de las personas que difundieron las fotografías ni sancionó a su ex novio.

Casos legales relacionados con el sexting

Muchos adolescentes no son conscientes de las implicaciones legales ligadas a la difusión de imágenes eróticas. Esta situación se complica si el protagonista de dicha fotografía es un menor de edad.

En Estados Unidos, a los adolescentes menores de dieciocho años que difunden fotos eróticas en la red se les podría aplicar cargos de pornografía infantil, y ser incluidos en una lista de depredadores sexuales por varias décadas. Las leyes federales y de estado referentes a la pornografía infantil no eximen a los menores de edad que crean y distribuyen imágenes sexuales explícitas, aunque éstas sean de ellos mismos.

SextingSegún un reportaje transmitido en marzo de este mismo año en la cadena de noticias CNN, en algunos estados de Norteamérica, tales como Nebraska, Vermont y Utah, se han promulgado leyes con castigos más flexibles a jóvenes que han distribuido imágenes eróticas a través del teléfono móvil. En otros estados, los legisladores también han considerado sancionar a jóvenes con una falta en vez de aplicar un delito penal.

En España, las leyes relacionadas con los adolescentes que practican sexting son estrictas. Sin embargo, son más flexibles en comparación con las leyes norteamericanas. Las leyes españolas de pornografía infantil para adultos son aplicables a adolescentes entre 12 y 18 años. No obstante, las sanciones que se imponen a los adolescentes son diferentes, y se gradúan acorde a la gravedad de cada caso.

“Cuando se habla de menores de edad existe mucha subjetividad en cada caso”, explica Ofelia Tejerina, abogada y especialista en el uso legal de Nuevas Tecnologías. “El juez es quien va a determinar la gravedad de los hechos y la sanción que corresponde, dependiendo del caso concreto. No es igual tomar una foto de un desnudo que captar un acto sexual explícito y además, difundir esta imagen”.

Tejerina asegura que, en España, las sanciones para adolescentes tienen un propósito educativo. Sin embargo, en los casos donde se cometa un delito grave como violación u homicidio, la finalidad será de castigo. En caso de que esto suceda, el menor tendrá que asumir responsabilidades acordes con la gravedad de sus actos.

A pesar de las implicaciones legales relacionadas con el sexting en España, en los Estados Unidos, y en otros países, muchos adolescentes continúan practicándolo.

Según un estudio realizado en diciembre de 2009 por el Pew Internet and American Life Project, un grupo de investigación norteamericano sin fines lucrativos, el 15 % de los adolescentes que tienen teléfonos móviles han recibido SMS con contenido sexual. Sin embargo, estudios realizados antes de éste han mostrado porcentajes más altos relacionados con los casos de sexting.

En 2008, la campaña norteamericana para prevenir el embarazo indeseado y Cosmogirl.com, realizó una encuesta en la red con un total de 1.280 encuestados. La encuesta concluyó que el 21 % de chicas y el 18 % de chicos adolescentes han enviado o publicado imágenes de desnudos o semidesnudos de ellos mismos.

Entonces, ¿por qué los adolescentes siguen practicando sexting?

Según Krieger, niños y adolescentes hoy en día maduran más rápidamente en comparación con años anteriores como resultado del desarrollo de la sociedad. En la actualidad, más parejas se están divorciando y más niños se están quedando solos en casa, lo cual ha hecho que ellos mismos se eduquen en un mundo donde la red tiene un papel fundamental en la vida diaria de las personas.

Krieger comenta que padres debieran hablar del sexting y de sus peligros con sus hijos antes de que cumplieran los diez años. También añade que padres deberían supervisar lo que hacen sus hijos al llegar a la adolescencia.

“Esta muy mal que niños de 12 años, que no entienden las consecuencias de sus acciones, ya estén practicando sexting”, advierte Krieger. “Ahora, más que nunca, padres debieran educar a sus hijos porque una vez que una imagen se disemine en Internet, no hay mucho que se pueda hacer”.

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La mayoría de las infracciones de los menores en la red se hace desde casa

El robo de claves de correo electrónico, la usurpación de identidad en el messenger, colgar imágenes de terceros sin su consentimiento en los portales de las redes sociales o incluso crear perfiles de otros sin su permiso son algunas de las conductas cada vez más habituales de los menores en la red. Este comportamiento puede costar la cárcel. Por ejemplo, el robo de claves está penado con hasta cuatro años de prisión; la usurpación de la identidad en el messenger puede costar otros tres años de cárcel, a los que se suma una hipotética condena por injurias o amenazas.

Los colegios, sobre todo los denominados TIC, están medianamente alertados de estos riesgos. Ayer, más de un centenar de coordinadores TIC acudieron a una jornada formativa organizada por la Sección de Delitos Tecnológicos de la Fiscalía de Málaga, en colaboración con la Delegación de Educación y la Policía Nacional. Entre esta multitud estaba Francisco Jesús Martínez, responsable TIC del colegio Salvador Rueda, quien incluso considera una «ventaja social» que estos comportamientos sucedan y se detecten en la escuela «porque se pueden abordar y resolver y es una oportunidad pedagógica para todos».

Sin embargo, todos los indicios apuntan que estas conductas tienen lugar sobre todo en la casa, en la que los menores tienen acceso sin control a ordenadores. La pelota, por tanto, no sólo está en la escuela, sino también en el domicilio familiar donde los padres, en la mayoría de los casos al borde del analfabetismo tecnológico son responsables de una generación sobrada en conocimientos digitales pero no demasiado consciente de sus consecuencias. Por ejemplo, es frecuente que ignoren que «internet deja rastro», es decir que los contenidos que por ejemplo se depositan en una red social pueden ser extraídos y manipulados.

Fernández-Llebrez equiparó las imágenes que se cuelgan en redes sociales como Facebook, Tuenti o Twitter con «pegar fotos personales en una farola». Los chicos suelen ser candorosos y creer a pie juntillas en la identidad de sus interlocutores en los chat. Además, son usuarios activos de los programas P2P como el emule. «Se descargan contenidos que dejan en carpetas que tardan semanas en abrir. En muchas ocasiones esos ficheros ocultan pornografía», alertó ayer el jefe del grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional, Antonio Domínguez. Desconocer el contenido no exime de la responsabilidad penal.

Desde este inspector policial, hasta el fiscal de Delitos Tecnológicos, Jacobo Fernández-Llebrez, y el delegado de Educación, Antonio Escámez fueron unánimes al señalar que una medida tan eficaz como simple para detectar que los menores incurran en conductas delictivas o sean víctimas de ellas reside, simplemente, en impedir que tengan el ordenador en su dormitorio. En su opinión, debe de estar en una habitación común.

Otra fórmula eficaz es instalar filtros que impidan el acceso a determinadas páginas. Incluso el fiscal Fernández-Llébrez llegó a relacionar la irresponsabilidad paterna por no disponer de estas barreras con «ir con el niño de la mano por los prostíbulos de la ciudad».

Los responsables de la Fiscalía y de la Policía animaron a los profesores a ayudar a los padres a evitar que los menores sean sujetos activos o pasivos de la delincuencia cibernética mediante actitudes que tampoco exigen un gran conocimiento de las nuevas tecnologías. Apostaron por estar al tanto de las relaciones personales de los menores, aunque con la prevención de que siempre prima el derecho a la intimidad sobre el de la educación. Ya ha habido chicos que han denunciado a sus padres por controlar sus conversaciones y han perdido.

Fuente: malagahoy.es

Una madre localiza al acosador de su hijo haciéndose pasar por él en el messenger

Para dar con la persona que sospechaba acosaba a su hijo de 15 años, una madre suplantó su identidad en el messenger y concertó una cita con el depredador. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía han detenido a un joven de 22 años acusado de un presunto delito de corrupción de menores.

Fuentes de la investigación aseguran que la madre entró en el messenger y logró leer las conversaciones que éste mantenía con el arrestado y también charlar con él durante varios minutos.

Tras un rato comunicándose con el joven, que supuestamente le habría ofrecido dinero por favores sexuales pensando en todo momento que charlaba con el menor de 15 años, la madre logró concertar una cita con él en una céntrica calle de la ciudad de Vigo. Fuentes de la investigación aseguran además que el detenido habría ofertado dinero con anterioridad a su hijo, aunque éste se habría negado en todas las ocasiones.

Una vez que la madre logró citarse con este varón, llamó a la Policía Nacional, a la que relató sus sospechas y el presunto acoso al que estaba sometiendo el joven de 22 años a su hijo de 15. Además, les trasladó que acaba de concertar una cita con el varón en una calle de Vigo, donde se personaron los agentes para arrestarlo.

Fuente: farodevigo.es

Recomiendan implicación parental para evitar conductas negativas en Internet

Mientras se constata un aumento de los ciberdelitos cometidos por adolescentes en México, algunos responsables Jesús Alberto Sandoval Franco, presidente de Alianza Civil y que trabaja en trabaja en campamentos de verano para niños en situación de riesgo, recomiendan a los padres aplicar filtros y un implicación parental de control y supervisión familiar.

Entre los delitos que se registran destacan el robo de cuentas bancarias, phising, y principalmente el grooming, o acoso sexual a menores por parte de adultos.

«Lamentablemente, los padres de familia que están ocupados trabajando o realizando otras diligencias provoca que no presten atención a sus hijos y la computadora se convierte en una niñera sustituta», critica Jesús Alberto Sandoval Franco, presidente de Alianza Civil.

Sandoval destaca la necesidad del control parental por parte de los padres.

Las autoridades del Sistema Líderes Informáticos en Aprendizaje (LIA) aseguran que internet es una buen herramienta de trabajo, de la que es preciso no abusar.

Fuentes: oem.com.mx

Charlas para evitar el grooming y los delitos en Internet

Ante el aumento de casos en que los menores acceden a quedar con adultos que conocieron en chats o en redes sociales y la proliferación de ciberdelitos en la red – según El diario mexicano El Siglo de Torreón el 40% de los delitos en EEUU se comete o se plaena en Internet-, las escuelas norteamericanas han puesto en marcha un plan de charlas de especialistas cibernéticos para alertar a los padres de familia y a los niños sobre los riesgos de Internet.

Las recomendaciones más comunes son las siguientes:

Colocar la computadora en una parte pública de la casa y vigilar constantemente que sitios y tipo de información observan sus hijos.

Conocer las claves y contraseñas de los correos y portales que utilizan los menores es esencial, incluso para el caso de una emergencia o delito.

Revisar de manera frecuente los correos de sus hijos así como el nombre de las personas con las que tienen contacto. Si hay alguno que él o ustedes no conozcan de inmediato investigarlo a fondo y no proporcionar ninguna información personal.

Es responsabilidad de los padres el uso que el menor haga del Internet, la libertad a la privacidad no cabe aquí, sería tanto como dejar un arma cargada a su hijo.

No subir fotos personales y familiares a los sitios públicos y de ser posible no suscribirse a páginas como Myspace y Facebook. Están muy de moda, pero son el lugar perfecto para que sus hijos sean contactados por algún criminal.

Cualquier mensaje extraño debe comunicar de inmediato a las autoridades o al proveedor de Internet para ser investigado, en este caso más vale prevenir que lamentar.

Finalmente no permita que sus hijos se excedan en el uso del Internet, es muy fácil volverse adicto a tanta porquería que desgraciadamente abunda en la red de red

Fuente: elsiglodetorreon.com.mx

Menores y ciberdelitos, una realidad evitable

La evolución de Internet, con nuevas aplicaciones y servicios y un ancho de banda adecuado para los contenidos audiovisuales, ha cambiado el papel de los “navegantes”. Ahora somos protagonistas activos y, como tales, responsables de nuestras acciones y ediciones. Artículo de Jorge Flores, coordinador del proyecto PantallasAmigas.

Los ciberdelitos: una nueva realidad

La actualidad cotidiana nos trae sucesos ilícitos que relacionan adolescentes y su actividad online. En muchos casos tienen que ver con el ciberbullying o ciberacoso (amenazas, injurias…) pero hay una abundante y variada casuística: delitos contra la intimidad, estafas, daños por intrusión en sistemas ajenos, distribución de pornografía infantil. Y si es bien cierto que siempre han podido darse conductas ilícitas entre los adolescentes, la forma, disponibilidad, variedad y alcance de las que ahora estamos presenciando poco o nada tienen que ver con realidades anteriores.

Desde su propia habitación pueden cometer un delito grave, incluso sin pretenderlo o sin ser conscientes de ello, en apenas 20 segundos. Por ejemplo, las amenazas que se vertieron en el fotolog del menor supuestamente implicado en el asesinato de la adolescente de Ripollet. Tuve ocasión de acceder a él horas antes de su clausura, como hicieron miles de adolescentes que, soliviantados, cometieron el delito de amenazar, de muerte en muchos casos. Al delito de amenaza le acompañan en este caso dos agravantes: hacerlo por escrito y por un medio que dificulta su identificación. Sacando este mismo comentario en una clase de cuarto de secundaria, pude observar dos cosas:

No les es fácil asimilar que la Ley se aplica en todo lugar y caso, también a los menores, también en la Red. Les cuesta asimilar que las leyes son iguales para los menores y para los mayores (aunque las sanciones se apliquen de diferente manera) y que en Internet (digamos la “vida real virtual”) opera de la misma manera que en la calle (llamemosle “vida real física”).

(…) conciben que el supuesto culpable podía ser objeto de todo tipo de linchamiento, aún sin estar probada su autoría. No se trata ya de una condena paralela, sino que le despojaron, al menos en su espíritu, de todos los derechos como ser humano.

Ignorantes de la Ley… y adolescentes

Muchos adolescentes no saben que chantajear por email, leer sin permiso los mensajes ajenos, ridiculizar con mentiras a través de una página web, usar la identidad de otra persona en el messenger… se corresponden en lo legal, mejor dicho, en lo ilegal, con nombres de delitos como amenaza con condición, interceptación de comunicaciones, difamación y usurpación de estado civil. Que de los delitos cometidos se deriva una responsabilidad penal (en función de tramos de edad) y una responsabilidad civil en forma, por lo general, de sanción económica por los daños y perjuicios ocasionados.

Adultos con limitaciones importantes

Desconocemos respecto a los adolescentes y sus implicaciones legales en Internet, dos realidades importantes:

* La gran diversidad de delitos que en Internet se pueden llegar a cometer de la manera más simple y su gravedad. Otro ejemplo: robo la contraseña de Messenger de alguien, me hago pasar por él, me entero de cosas privadas y las hago públicas. Tres en uno: interceptación de comunicaciones, usurpación de estado civil y revelación de secretos.
* Las muy diferentes formas en que la misma acción ilegal puede cobrar forma. Tanto es así que, incluso en el improbable caso de conocer las palabras y términos implicados, nos resultaría difícil visualizarlo y mucho más verbalizarlo. Si a esto le unimos el complejo “mundo legal” (ruego en este punto se me disculpen las incorrecciones al respecto, prueba evidente del encabezamiento del párrafo)… ¿estamos preparados para orientar a los menores en esta faceta de su “vida real virtual”?.

Contexto susceptible a los conflictos

Por si fuera poco, esta situación, además, tiende a agravarse por cuanto la Red sigue proporcionando un sustrato adecuado para quienes, de forma consciente o no, realizan conductas impropias:

* sensación de anonimato (“no pueden saber que soy yo”).
* sensación de impunidad (“mucha otra gente lo hace y no parece que les ocurra nada”).
* contenidos de carácter audiovisual cada vez más fáciles y cómodos de crear, transmitir y publicar (ya se pueden subir desde el móvil sin pasar siquiera por el ordenador).
* redes sociales crecientes en número, variedad y adeptos, con abundancia de datos y material gráfico, inviables para cualquier intento de supervisión estricta de las actividades de sus usuarios online.
* herramientas o utilidades de “hacking” cada vez más sofisticadas y al alcance de un mayor número de internautas.
* nuevas formas de delito que se expanden con suma celeridad y mutan incluso antes de que se hayan podido tomar medidas contra las mismas.
* renovadas posibilidades de la Web 2.0, que hacen del internauta un protagonista cada vez más activo e influyente en la creación de contenidos de todo tipo.

La información como necesidad imperiosa

¿Qué se puede hacer? Sí, lo de siempre, educar… empezando en casa con “lo de los límites” y todo eso. Promover valores… bien también… ¿y si empezamos por algo de verdad mucho más sencillo? ¿Por qué no aprendemos los adultos un poquito de eso que les y nos afecta y, de paso, se lo contamos a ellos?.

Concluyo con dos cuestiones:

* Me consta que los adolescentes no saben “de estas cosas”, porque entre otras razones nadie les ha enseñado ni les ha facilitado su acercamiento al asunto, arduo de por sí.
* Creo que si supieran qué es ilegal y qué consecuencias tiene, muchos dejarían de hacer cosas que están haciendo ahora siendo o no conscientes de su ilegalidad.

La apuesta es clara. Aunque a todos nos gustaría una ciudad con los coches bien aparcados por aquello del respeto a los demás (la “ética y la cívica”, que fue una asignatura de algunos en el cole en una determinada época) quizás tengamos que optar de momento por una ciudad con los coches mejor aparcados por unos conductores temerosos de las multas y las sanciones, e informados en consecuencia de en qué lugares está permitido aparcar. No podemos quejarnos de los vehículos mal estacionados si no colocamos de manera visible las señales y damos a conocer las consecuencias de su incumplimiento, esto es, si no facilitamos a los conductores la información que van a tomar en cuenta a la hora de decidir cómo aparcar: dónde se puede y qué pasa si no se hace bien.

Fuente:inteco.es