Archivo de la etiqueta: teléfonos móviles

Sexting: Lo que padres y adolescentes deben saber

Artículo de Vincenza Previte, colaboradora de PantallasAmigas

Ilustración de Credocross @ DeviantArtMucho antes de que nuestra sociedad empezara a utilizar los mensajes cortos de texto (SMS) como una nueva forma de comunicación, las conversaciones y los gestos eran herramientas básicas para el coqueteo entre hombres y mujeres. Hoy en día, muchos adolescentes y jóvenes adultos han encontrado una manera más sensual de expresar interés hacia otra persona. Esta nueva forma de coqueteo se llama “sexting”, que es el envío de fotos, videos y mensajes eróticos a través de SMS.

La sexóloga norteamericana, especialista en relaciones de pareja, Arlene Krieger asegura que las chicas adolescentes están más dispuestas a coquetear y practicar sexting que los chicos. Según Krieger, las chicas adolescentes sienten que mandando SMS con fotografías eróticas suyas, son más aceptadas y populares entre chicos.

El sexting también es considerado por muchas personas como una forma divertida de mantener una relación de pareja activa sexualmente. Sin embargo, aquellas personas que practican sexting deben ser muy cuidadosas con lo que envían porque siempre existe la posibilidad de que el contenido sexual del mensaje sea visto por personas que estén fuera de la relación sentimental.

“Se debe ser extremadamente cuidadoso con el contenido que se manda desde un teléfono móvil”, dice A. Wichern, una joven norteamericana de veinticuatro años que practicó sexting con su novio cuatro años atrás.

SextingWichern intercambió mensajes atrevidos y algunas fotografías provocativas con su ex novio porque pensó que esto avivaría el deseo sexual entre ambos.

“Sexo telefónico es muy de los noventa”, considera Wichern. “El sexting va más acorde a nuestra época”.

Wichern asegura que el contenido sexual que mandó a su novio a través de SMS, no fue utilizado en su contra después de que terminara la relación. Sin embargo, muchas adolescentes que han practicado sexting, y han mandado fotografías atrevidas a sus parejas, no han sido tan afortunadas, pues sus fotos han sido difundidas en la Red.

Tal es el caso de una joven de 18 años de Ohio, Estados Unidos, llamada Jesse Logan quien se suicidó en julio de 2008 después de que fotografías eróticas suyas fuesen expuestas en el instituto donde estudiaba. Logan practicó sexting con su novio pero cuando su relación acabó, éste envió las fotografías eróticas de Logan a otras muchachas que estudiaban con ellos.

Según una edición del Today Show, un programa norteamericano de noticias del canal televisivo NBC, Logan trató de ignorar la humillación que sufrió, continuó asistiendo a clases y concluyó sus estudios de secundaria. No obstante, después de acudir al funeral de una joven que se había suicidado, decidió hacer lo mismo.

El instituto donde estudiaba Logan no tomó medidas en contra de las personas que difundieron las fotografías ni sancionó a su ex novio.

Casos legales relacionados con el sexting

Muchos adolescentes no son conscientes de las implicaciones legales ligadas a la difusión de imágenes eróticas. Esta situación se complica si el protagonista de dicha fotografía es un menor de edad.

En Estados Unidos, a los adolescentes menores de dieciocho años que difunden fotos eróticas en la red se les podría aplicar cargos de pornografía infantil, y ser incluidos en una lista de depredadores sexuales por varias décadas. Las leyes federales y de estado referentes a la pornografía infantil no eximen a los menores de edad que crean y distribuyen imágenes sexuales explícitas, aunque éstas sean de ellos mismos.

SextingSegún un reportaje transmitido en marzo de este mismo año en la cadena de noticias CNN, en algunos estados de Norteamérica, tales como Nebraska, Vermont y Utah, se han promulgado leyes con castigos más flexibles a jóvenes que han distribuido imágenes eróticas a través del teléfono móvil. En otros estados, los legisladores también han considerado sancionar a jóvenes con una falta en vez de aplicar un delito penal.

En España, las leyes relacionadas con los adolescentes que practican sexting son estrictas. Sin embargo, son más flexibles en comparación con las leyes norteamericanas. Las leyes españolas de pornografía infantil para adultos son aplicables a adolescentes entre 12 y 18 años. No obstante, las sanciones que se imponen a los adolescentes son diferentes, y se gradúan acorde a la gravedad de cada caso.

“Cuando se habla de menores de edad existe mucha subjetividad en cada caso”, explica Ofelia Tejerina, abogada y especialista en el uso legal de Nuevas Tecnologías. “El juez es quien va a determinar la gravedad de los hechos y la sanción que corresponde, dependiendo del caso concreto. No es igual tomar una foto de un desnudo que captar un acto sexual explícito y además, difundir esta imagen”.

Tejerina asegura que, en España, las sanciones para adolescentes tienen un propósito educativo. Sin embargo, en los casos donde se cometa un delito grave como violación u homicidio, la finalidad será de castigo. En caso de que esto suceda, el menor tendrá que asumir responsabilidades acordes con la gravedad de sus actos.

A pesar de las implicaciones legales relacionadas con el sexting en España, en los Estados Unidos, y en otros países, muchos adolescentes continúan practicándolo.

Según un estudio realizado en diciembre de 2009 por el Pew Internet and American Life Project, un grupo de investigación norteamericano sin fines lucrativos, el 15 % de los adolescentes que tienen teléfonos móviles han recibido SMS con contenido sexual. Sin embargo, estudios realizados antes de éste han mostrado porcentajes más altos relacionados con los casos de sexting.

En 2008, la campaña norteamericana para prevenir el embarazo indeseado y Cosmogirl.com, realizó una encuesta en la red con un total de 1.280 encuestados. La encuesta concluyó que el 21 % de chicas y el 18 % de chicos adolescentes han enviado o publicado imágenes de desnudos o semidesnudos de ellos mismos.

Entonces, ¿por qué los adolescentes siguen practicando sexting?

Según Krieger, niños y adolescentes hoy en día maduran más rápidamente en comparación con años anteriores como resultado del desarrollo de la sociedad. En la actualidad, más parejas se están divorciando y más niños se están quedando solos en casa, lo cual ha hecho que ellos mismos se eduquen en un mundo donde la red tiene un papel fundamental en la vida diaria de las personas.

Krieger comenta que padres debieran hablar del sexting y de sus peligros con sus hijos antes de que cumplieran los diez años. También añade que padres deberían supervisar lo que hacen sus hijos al llegar a la adolescencia.

“Esta muy mal que niños de 12 años, que no entienden las consecuencias de sus acciones, ya estén practicando sexting”, advierte Krieger. “Ahora, más que nunca, padres debieran educar a sus hijos porque una vez que una imagen se disemine en Internet, no hay mucho que se pueda hacer”.

vincenzaprevite EN hotmail.com

twitter facebook Google Google Buzz Netvibes LinkedIn Menéame Latafanera Aupatu Chuza Enchílame Digg it del.icio.us Stumble It! Barrapunto Technorati Fresqui Blinkslist furl ma.gnolia simpy newsvine reddit fark TailRank

Poner normas a los adolescentes reduce su sobreconsumo de Internet y otros medios electrónicos

Una encuesta realizada en los EEUU por la Kaiser Family Foundation (organización no lucrativa con sede en California dedicada a la información sobre la salud) ha puesto de relieve un gran aumento en el tiempo que los más jóvenes dedican a los medios electrónicos de entretenimiento. Los muchachos de entre 8 y 18 años pasan una media de 7 horas y 38 minutos al día (más de 53 horas a la semana) utilizando este tipo de medios, buena parte de las cuales pasan realizando multitarea mediática (usar más de un medio al mismo tiempo; p.ej. escuchar música mientras navegan por Internet): esto hace que esas horas equivalgan a 10:45 h de consumo mediático total. Este cómputo no incluye la hora y media que pasan enviando SMSs o la media hora que hablan por teléfono diariamente.

Según el estudio, los adolescentes y preadolescentes estadounidenses pasan prácticamente cada hora que están despiertos (excepto las horas de clase) utilizando un smart phone, un ordenador, la TV o algún otro dispositivo electrónico. Los resultados han sorprendido a sus autores por el imprevisto aumento desde la anterior edición de esta serie de estudios (1 h y 17 minutos más con respecto al estudio de 2004), y parece confirmar los temores de los padres de que sus hijos viven atados a este tipo de aparatos. Se achaca este aumento a la mayor disponibilidad de elementos portátiles como iPods o smart phones que llevan los medios electrónicos hasta los bolsillos y las camas de los adolescentes; de hecho el estudio refleja que los jóvenes pasan más tiempo escuchando música, jugando o viendo vídeos en sus móviles que hablando por ellos. El 66% posee su propio teléfono celular (en 2004 eran sólo el 39%).

Es significativo el descubrimiento que el estudio hace de la conexión entre un elevado uso de estos medios con los problemas de conducta o de rendimiento escolar. El 47% de los usuarios que pasaban 16 horas o más al día conectados a estos dispositivos, tenían notas bajas. También muestran más tendencia a sentirse aburridos o tristes o a meterse en problemas, llevarse mal con sus padres o no gustarles el colegio. El estudio no explica si son los medios electrónicos los que causan esos problemas o si, más bien, son los jóvenes con problemas los que acaban usando más esos medios.

El estudio Generación M2: Los media en las vidas de los jóvenes entre 8 y 18 años es el tercero que a nivel de los EEUU lleva a cabo esta fundación y es uno de los más completos que se publican sobre el uso que de los medios hace la juventud de aquel país. Se basa en una encuesta a más de 2.000 estudiantes realizada entre octubre de 2008 y mayo de 2009.

El uso medio de los jóvenes incluía:

  • 4,5 h de TV al día
  • 2,5 de música
  • 1,5 h de ordenador
  • 1,25 h de videojuegos
  • aprox. 0,5 h imprimiento cosas y 0,25 viendo películas

En cuanto a las actividades puramente online, incluyen:

  • redes sociales: 22 minutos/día; a partir del 7º curso, el 74% tiene un perfil en una red social online
  • juegos online: 17 minutos
  • vídeos online: 15 minutos
  • periódicos o revistas online: 2 minutos

Más del 70% de los adolescentes y preadolescentes tienen, según el estudio, una TV en su cuarto, y cerca de un tercio también tienen en él un ordenador con conexión a Internet. Los que menos tiempo pasan, lógicamente, son los que tienen normas como no ver la tele durante las comidas o en el cuarto, o tienen límites en su consumo de medios electrónicos (sólo representan un tercio de los encuestados). Casi la mitad de ellos afirmó que la TV estaba siempre encendida en su casa, aunque no hubiera nadie mirándola. Aunque el uso directo de TV ha disminuido, el hecho de que ahora se pueda acceder desde Internet, celulares o iPods ha producido un aumento en el total de consumo de contenido televisivo.

Los jóvenes estadounidenses que más tiempo pasan con estos medios son los de origen afroamericano o hispanoamericano, así como los tweens (entre 11 y 14). Esta disparidad étnica en el uso de los medios ha aumentado desde el anterior estudio.

Los autores del estudio reconocen que ya ha quedado desfasado en ciertos aspectos, pues cuando comenzaron las encuestas, uno de los usos más comunes hoy día, Twitter, aún no estaba tan extendido. Advierten de que los avances tecnológicos facilitan un consumo cada vez mayor de este tipo de medios, lo cual obliga a los investigadores sociales, a las administraciones y a los progenitores a estar al tanto del impacto que dichas tecnologías suponen para la vida de los menores.

Fuente: Kaiser Family Foundation y NY Times.

‘Descontrol’ parental en las compras de videojuegos y celulares a los niños

Los padres sufren presiones sociales para la compra de videojuegos y móviles, según la psiquiatra Carmen Merina quien considera que «muchos padres no soportan la presión del grupo social y sienten que son peores porque no les han comprado a sus hijos un determinado videojuego o un teléfono móvil». Añade que los casos de adicciones a los videojuegos o a internet se suelen producir en adolescentes y en adultos, aunque el origen del problema se genera en la infancia.

Según señala se propician situaciones absurdas al comprar videojuegos y otros aparatos a niños muy pequeños, en especial, en los regalos desbordantes y desmedidos de los Reyes o por la Primera Comunión.

Los juegos de ordenador o de consolas ofrecen a los niños una gratificación inmediata, por lo que les resulta más cómodo que los juegos tradicionales, en los que tienen que pensar o hacer ejercicio físico. Esta situación se produce en niños más impulsivos y, sobre todo, en menores que pasan mucho tiempo solos, por lo que necesitan una vía rápida de entretenimiento y satisfacción.

Merina recomienda que los niños más pequeños no utilicen el ordenador o los videojuegos y, a partir de ocho o nueve años, lo ideal sería que los usasen durante 30 ó 45 minutos y sólo cuando hayan acabado sus deberes, aunque matiza que «Lo importante no es el número de horas que se dedica a estos juegos, si no que el niño diversifique su tiempo».

Fuente: Soitu

Casi la mitad de hogares en Huelva cuenta con programas de control parental

Según el informe ‘Nuevas tecnologías e infancia y adolescencia 2008’, elaborado por el Observatorio de la Infancia en Andalucía (OIA), Huelva se sitúa a la cabeza en programas de filtrado para controlar el acceso de los menores a Internet.

Un 48,5% de los hogares de Huelva cuenta con programas de filtrado, seguida de cerca por Málaga, con el 43,1%. Al margen de estas medidas, el 67,9% de los tutores o padres de niños onubenses aseguró al Observatorio andaluz que controla de forma personal el acceso de los menores a la Red.

El Informe reflexiona acerca de los peligros del acceso a contenidos inadecuados. A ello hay que sumar otros escollos, como la entrega de información personal de forma no controlada en los chat, redes sociales o mensajería instantánea (una de las actividades más utilizadas de Internet por los menores).

Fuente: huelvainformacion.es

La policía recomienda a los padres el control parental frente a los riesgos de Internet

Cerca de una docena de colegios de El Egido contarán, dentro de un Plan Director para la Mejora de la Convivencia y Seguridad Escolar, con las charlas que para profesores, alumnos y padres dará
La coordinadora de Participación Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía de El Ejido, Raquel Martínez sobre los principales riesgos de internet y el modo, a través del control parental, de enfrentarse a ellos.

Según la coordinadora de Participación Ciudadana, «la principal duda que presentan los padres es qué pasa si a mi hijo lo graban con el móvil y lo cuelgan en Internet. El ciberbullying está a la orden del día, por desgracia, y a la Policía casi no nos dan tiempo a prevenir y cuando preguntan es porque ya les ha pasado».

La mayoría de los niños «no son conscientes en absoluto de todos los riesgos que corren. No controlan hasta qué punto dejan ver su privacidad a los demás y, al fin y al cabo, Internet es una ventana a su intimidad y si cuelgan una foto, en muchas ocasiones ya no hay forma de corregir ese error».

Control parental

Por ello Raquel Martínez informa a los padres que existen herramientas para controlar este acceso como filtrado de páginas web a través de palabras clave, controladores de horario de conexión o recomendaciones como instalar el ordenador en un espacio común para la familia en lugar del cuarto del escolar.

Chat y redes
Según los estudios que presenta la coordinadora, sólo uno de cada tres niños accede a Internet a buscar información y hasta el 28% visita páginas porno y el 38% ve páginas de violencia. La mayoría de esos alumnos visitan chat (donde el 38% llega a dar su número de teléfono y el 14% se cita con desconocidos) o se enganchan a redes sociales como hi5, twenti o facebook.

La Policía Nacional también explicó algunos riesgos del uso del móvil en edades muy tempranas por las amenazas de recibir fotos inapropiadas, ‘picar’ en los sms publicitarios o ser objeto de ciberbullying, es decir, ser grabado con el móvil mientras otro compañero del centro maltrata física o psicológicamente.

Fuente: ideal.es

El control en Internet empieza con la educación y sigue con el software

«Algunos padres piensan que el ordenador es una televisión y dejan al niño solo y no se dan cuenta de que él no se puede autoeducar», señala Mar Monsoriu, autora del libro Técnicas de Hacker para padres.

La clave se encuentra en que los padres se ocupen de la educación de sus hijos también en el entorno de las nuevas tecnologías, igual que cuando se tratan otros asuntos cotidianos.

Software, la última opción

«Si no se les controla ni se les da ninguna directriz, tenderán a meterse en líos por pura y dura ignorancia», sostiene la experta. Sólo ve útiles los programas de control horario porque «los chicos dedican un tiempo extraordinario a los videojuegos«. Con estos, los progenitores pueden asegurarse de que los niños usen el ordenador sólo cuando ellos estén en casa y que por las noches permanezca apagado.

Programas de control parental

Windows Vista dispone de un control parental que permite seleccionar los programas que se podrán usar y los sitios web que los niños no pueden visitar

Lo mismo sucede en el caso de Mac Os X, que ayuda a bloquear sitios web para que no se pueda navegar por ellos, o establecer límites de tiempo de uso a través de un calendario. Además, ofrece un registro que guarda los sitios web que han visitado los hijos, los programas que han abierto y las personas con las que han chateado.

Monsoriu aprecia desventajas en estos sistemas integrados porque el padre debe ser el administrador del equipo, y «eso no está al alcance de la mayoría». Los niños son los administradores porque «descubren que con ese perfil pueden instalar programas» mientras que los padres se quedan como simples usuarios.

Regular el chat

Otro programa de control parental es Chat Controller, que sirve para fijar a qué horas no se permite acceder a los principales programas de mensajería instantánea (Windows Live Messenger, Yahoo! Messenger, Skype o Google Talk, entre otros). Para Linux se puede encontrar Timekpr, mediante el cual se limita el tiempo de uso diario del ordenador.

Si se compra un móvil a un menor, conviene que sea de contrato y no de prepago, porque así los padres tendrán constancia de las llamadas que realiza

Fuente: consumer.es

Los padres españoles son los que menos controlan en Europa la navegación de sus hijos

Entre los padres europeos, los españoles son de los más preocupados por el uso que sus hijos hacen de Internet, pero de los que menos programas de filtrado y control utilizan en los ordenadores de sus hijos.

Según los investigadores del proyecto EU Kids Online, en el que participa la Universidad del País Vasco, el 50% de los padres españoles está «muy preocupados» y el 28,2% «bastante preocupado» por los contenidos sexuales y de violencia explícita que pueden ver sus hijos por internet y el teléfono móvil. España es el segundo país de la UE en el que los padres más hablan con sus hijos sobre la Red.

Estas cifras, recogidas en el Eurobarómetro de diciembre, superan la media europea, aunque están por debajo de Francia, Grecia, Portugal y Chipre. En cambio, el porcentaje de uso de programas de filtrado (42,7%) y monitorización (32,2%) de ordenadores es inferior a la media europea, que en el caso del Reino Unido llega al 77%.

La combinación de estos datos refleja, según los investigadores, que el nivel de conocimiento de Internet de los padres españoles es inferior al de los anglosajones y escandinavos, motivo por el que están más preocupados pero utilizan menos las herramientas disponibles para evitar un mal uso de internet por sus hijos.

España es el segundo país de la UE en el que los padres más hablan con sus hijos sobre lo que hacen en Internet y más se sientan con ellos ante el ordenador, y el tercero en cuanto a la revisión de las páginas visitadas y del correo electrónico y la mensajería instantánea de sus hijos.

Además, los españoles también son de los europeos que más prohíben usar el ordenador, hablar por Internet con personas desconocidas, «chatear» y utilizar el correo electrónico.

Fuente: 20minutos.es

La adicción a Internet se multiplica por cuatro

La adicción a las nuevas tecnologías se manifiesta en el progresivo cambio de comportamiento de la persona: reserva, asociabilidad, insomnio, largas horas frente al ordenador…

Si hacemos caso del estudio realizado por doctora Kimberley Young, de la Universidad norteamericana de Pittsburg y pionera en el conocimiento de ésta y otras patologías de nuevo cuño, esta forma de adicción (en especial la adicción a internet) afecta, ya, a uno de cada diez internautas.

Carmen Bayón con la colaboración de diversos centros de Madrid y Barcelona, está realizando un estudio (el primero de estas características en España) para obtener datos fiables sobre la adicción a internet en nuestro país. Con los datos reunidos hasta el momento, el estudio apunta a que entre un 6 y un 9 por ciento de los usuarios españoles de internet podrían haber desarrollado un proceso adictivo.

Algunos de los más destacados especialistas sobre la cuestión se dieron cita el pasado 20 de noviembre en el Hospital Clínico de Madrid, donde se celebró, el «Simposio internacional sobre adicciones a nuevas tecnologías» organizado por la Fundación Gaudium, y al que asistió Pantallasamigas.

En nuestro país, dicen los organizadores, se han multiplicado por cuatro (solo durante el último año y medio), las consultas a especialistas relacionadas con el abuso de internet, las videoconsolas o los teléfonos móviles. En palabras de Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, «cualquier adicción es una patología de la libertad», que se produce cuando una conducta inofensiva «acaba convirtiéndose en un hábito que el sujeto ya no puede controlar» y que interfiere en otros aspectos de su vida.

Esta forma de adicción (en especial la adicción a internet) afecta, ya, a uno de cada diez internautas.
La adicción a las nuevas tecnologías sigue el mismo patrón que cualquier otra conducta adictiva. Existe un «placer inicial» que se convierte en una pérdida de control sobre la actividad (compras, sexo, internet…) y que genera dependencia, síntomas que son análogos a los que generan el alcoholismo o la drogodependencia.

Según el más reciente, elaborado el año pasado por el Ayuntamiento de Madrid sobre una población de 560.000 adolescentes entre los 15 y los 24 años, aproximadamente un 15 por ciento hace un uso inadecuado de las nuevas tecnologías.

Padres poco preparados

«El 70 por ciento de los padres se confiesan absolutamente legos en el manejo de internet, de los chats, de las videoconsolas o de los juegos en red, y por tanto no tienen criterio de cómo administrarlo» según el director general de Adicciones de Madrid Salud, Francisco Babín. Lo primero que hay que hacer es detectar si existe algo anómalo en la conducta del menor,

Una vez identificado el problema, los expertos proponen combatirlo a través de la vigilancia (que los niños no estén solos cuando se conecten a internet, sino acompañados por un adulto), o impedir que el hecho de estar navegando se superponga con otras actividades de la vida diaria. También se recomienda poner el problema en conocimiento del psicólogo del colegio y actuar siempre de acuerdo con él y, en su caso, con el médico de familia.

Fuente:abc.es

El mejor control parental es inculcar un criterio en el menor

¿Se puede evitar que los menores que sean víctimas del cíber grooming o de otros delitos? Según Alejandro Spiegel, autor del libro «Nuevas tecnologías. Saberes, amores y violencias. Construcción de identidades dentro y fuera de la escuela», es más eficaz inculcar un criterio en el menor para que navegue pretegido en Internet que entablar un decálogo de prohibiciones.

   —El gobierno británico pretende endurecer los controles sobre internet y videojuegos para proteger a los menores de contenidos violentos o sexuales. Es más, publica medidas del tipo: «No deje que su hijo se comunique con gente que desconozca, no instale webcam (cámaras) y si lo hace procure restringir su uso mediante una clave, adviértale que no envíe fotos» ¿Qué opina de estas medidas?

   —Creo definitivamente que a los chicos hay que darles herramientas, algunas obvias y de sentido común como estas, en función de la autonomía. Y la autonomía es a lo individual lo que la soberanía es a lo nacional; es la oportunidad de tomar decisiones, de darse límites sin influencias ni determinaciones superestructurales. Pero para ser autónomo hay que tener criterio, y eso se forma. La idea de prohibir o controlar demasiado no sólo no ayuda a la autonomía, sino que es imposible. Y creo que detrás de iniciativas como la británica subyace una intención de control panóptico, un Gran Hermano donde se vea todo lo que los chicos hacen.

   —Y esto es tan ilusorio en internet como por fuera de ella

   —Claro que es ilusorio, y hay un tema importante para problematizar. Internet es un escenario prácticamente nuevo de interacción social donde la gente se relaciona. Aún no se puede definir si es un espacio público o privado, por eso tampoco se puede normatizar desde lo legal, comenzó como un espacio libertario y ahora esta comercializado, cambió todo, hay que repensarlo continuamente. Y en el caso de los chicos, hay adultos que les dicen que internet no es real, sino virtual; pero para un internauta que está mucho tiempo navegando, la realidad son las dos cosas. Una en todo caso es territorial y otra es digital, o sea, es una realidad compuesta. El tema es qué hacer para que los chicos se manejen en esa realidad digital.

   —¿Y qué hacer?

   —Hay que pensar estrategias desde la familia y desde la escuela que tengan en cuenta el despliegue de las experiencias de los chicos. En la realidad territorial la cosa es complicada, pero si uno no les da dinero para salir, por ejemplo, no irán muy lejos. Pero en internet la cosa va por otro lado, porque ellos pueden ir a cualquier lado. Por eso hay que trabajar la construcción de confianza con los chicos, no me refiero al consejo con moraleja, sino a crear espacios para que cuenten lo que les pasa o donde se miren al espejo.

   —Ese pensamiento, ¿desdibuja lo íntimo de lo público, como cuando se cuelga una foto en un fotolog?

   —Los chicos cuentan su intimidad con imágenes, es cierto, son nuevas formas de construcción de la comunicación, pero no todas son necesariamente malas. También mucha gente se ha conocido y bien gracias a internet o se lograron causas muy válidas socialmente. Por eso vuelvo a la idea de trabajar la confianza y esto requiere de un tiempo mucho más prolongado que el de ese click que mencionaba antes. Hay que bancarse ansiedades y angustias para lograr que un chico confíe en uno. Esto pasa en torno a internet y por fuera de ella, esto hay que trabajarlo, reitero, en la familia y en la escuela. Hay que crear espacios para que los chicos digan lo que les pasa. A veces dicen cosas inapropiadas para el entorno y se los calla o sanciona, y eso va contra la confianza. Siempre recuerdo una anécdota que viví con mi abuelo cuando era adolescente. «¿Qué te pasa?» me dijo. Le contesté que tenía problemas y se rió: «¿A tu edad?», me dijo. Y esto no es muy eficaz para la comunicación y la confianza. Los chicos deben poner sus palabras en algún lugar. Se dice que ahora con los celulares y la computadora hay menos letras y palabras. ¿Entonces? Trabajemos por las palabras, porque cuanto más palabras hay, más pensamiento hay. Si el chico sólo tiene para decir que la amiga, la comida o la música «están buenas», podrá representar con imágenes; pero si no puede expresar «delicioso», «hermoso»…se nos cae a pedazos una parte importante del pensamiento y la comunicación, y esto no se reconstruye con ninguna norma de seguridad.

Fuente: lacapital.com.ar

«La clave de Internet es regular el tiempo»

Según Carlos Pajuelo Morán, profesor de Psicología social de la Universidad de Extremadura, y miembro del departamento de Atención Temprana de la Consejería de Educación, Internet tiene «más beneficios que desventajas» para la educación de los menores. Sin embargo, admite que se dan, más que adicciones, abusos de las nuevas tecnologías. La clave, asegura es «regular el tiempo».

– Trabaja con niños en atención temprana y enseña a jóvenes de la universidad, ¿percibe cómo maduran cuando se los vuelve a encontrar a los pocos años?

– Creo que es un privilegio dar clase en la Universidad porque la inmensa mayoría está motivada. En la Universidad es distinto porque participas con tus alumnos y reflexionas con ellos, ya que la asignatura que imparto, sicología social, tiene que ver con su propio comportamiento cotidiano, sobre cómo conocemos a la gente, por qué hay personas que no caen bien o mal o sobre el enamoramiento, que es uno de los temas que más les gusta. En mi caso, ayudo a los alumnos a que hagan reflexiones sobre su propio comportamiento.

– ¿Se diferencian mucho sus alumnos de ahora respecto a los que tenía en los años noventa cuando todavía no disponían de internet?

– Yo soy un optimista y mi observación es que cada curso los alumnos que llegan son mejores que los del año anterior. Internet ha supuesto un avance espectacular para ellos y para los profesores porque facilita alcanzar los contenidos. Hace diez años hacían más trabajo de búsqueda de información, que sólo estaba en los libros. Ahora este tipo de trabajos quedarían obsoletos, ya que con dos herramientas, que son copiar y pegar, se hace un trabajo. Ahora el reto es buscar la información más actualizada y en este sentido para mí internet es una revolución y un avance. Tiene más virtudes y beneficios que problemas, otra cosa es que sólo hablemos de los problemas.

– Esta semana daba usted una charla en el instituto Castelar de Badajoz titulada ‘¿Se puede vivir sin messenger? La adicción a las nuevas tecnologías’, ¿qué cuenta?

– Mi mensaje con los alumnos y también con los padres es que internet es una herramienta positiva que nos ayuda a desarrollarnos, aunque también tenga limitaciones o desemboque en situaciones peligrosas, pero las mismas que puede conllevar conducir un coche si no se usa bien. En nuestra sociedad si unos adolescentes graban un vídeo con una pelea y la cuelgan en internet o la difunden de otro modo, esto es más noticia que si unos alumnos han sido capaces de identificar qué ríos pasan por su comunidad. Sólo trascienden las cosas malas, pero te aseguro que con internet se aprenden más cosas buenas que malas.

Regular el tiempo

– O sea, que el título es más una provocación que un reflejo de la realidad…

– Claro. Yo cuando les hablaba a estos alumnos les preguntaba ¿cuántos tienen móvil? y se reían porque tienen todos. ¿Y cuántos lo tienen apagado? Y resulta que todos lo tenían encendido aunque silenciado. ¿Qué pasa? Que se trata de una herramienta de comunicación. Lo que le ocurre a los alumnos es que con un simple toque se hacen presentes. Nosotros antes pensábamos en nuestros amigos o en nuestras parejas, pero es que ahora además dándole un toque a alguien le estás diciendo ‘pienso en ti’. Es normal que aprovechen estas cosas.

– Los datos de usuarios de redes sociales como tuenti o facebook son abrumadores, con un tiempo de uso medio de sus páginas de cuatro horas al día, ¿ha analizado este fenómeno?

– Las redes sociales están ahí y juegan un papel importante de socialización. Los adolescentes valoran tener sus grupos de referencia y poderse comunicar. Ellos están orgullosos de estar en una red social con cientos de personas que consideran sus amigos. Lo que ocurre que que generan afición, que no hay que confundir con adicción, aunque en algunos casos sí con abuso. Es su mundo particular, para ellos es gratificante estar ahí. Además, se sienten al margen del control de los progenitores. Yo doy charlas a los padres sobre este tema y les hago ver que no que es peligroso sino que quizás les quite tiempo para hacer otras cosas. En cualquier caso, los mayores deben aprender a comprender por qué este mundo de internet es tan llamativo para sus hijos. Y les pongo como ejemplo por qué en los hogares de la tercera edad cuando ponen conexión a internet la sala se llena porque todos disfrutan chateando y es que te aportan muchas cosas positivas. La clave es regular el tiempo.

– ¿Les preocupa a los padres no tener control sobre qué hay en la pantalla del ordenador de su hijo?

– Claro porque la información que a veces se da es peligrosa. Y es cierto que a veces se dan situaciones de peligro, pero igual que en la calle porque los seres humanos no somos todos bondadosos. La solución es informar a los hijos, que quieren tener su propia vida y no ser controlados. Es decir, hay que comunicarles que no toda la gente que chatea o están en las redes sociales son quienes dicen ser porque internet permite el engaño. Sólo hay que estar atentos y el padre debe decirle que si conocen a alguien que les gusta mucho no tiene que mandarle fotos o darle datos personales, pero no coartarle el uso o sentarte detrás para leer con quién hablan porque entonces empezarán a ocultar cosas.

– ¿Qué otras cuestiones preocupan hoy día a los padres en las charlas que usted les da?

– Hay una situación paradójica. Los padres actuales son los que están más preocupados por la educación de sus hijos, están muchos más formados porque hay material que da información sobre estrategias para ayudar a los hijos, desde manuales a programas de televisión. Pese a esto, esos mismos padres tienen más miedo que nunca. Antes no habían tantos temores y la cosas discurrían de forma natural. Yo creo que se debe al hedonismo y a que no queremos que nuestros hijos sufran, por eso cualquier contratiempo académico o personal de nuestros niños lo vivimos como una tragedia, no como algo normal en niños que se están desarrollando. El problema es que los padres quisiéramos que nuestros hijos se comportaran como si tuviesen 30 años. El otro problema es la comparación. Los mayores decimos constantemente ‘es que antes …’ Y no se puede comparar a los niños de ahora con los niños de antes porque la sociedad de ahora no es la de antes. Ahora, como antes, hay ventajas y desventajas, pero yo me atrevo a decir que ahora son mayores las ventajas.

– Sostiene usted que los padres de ahora son los que más se preocupan por sus hijos, en contra de otro discurso basado en que si el padre y la madre trabajan el niño pasa más tiempo solo, ¿qué opina?

– Esto es una realidad, pero cuando nuestras madres no trabajaban y estaban en casa nosotros estábamos en la calle, no bajo la estricta supervisión de ellas. Lo ideal sería estar todos juntos cuantas más horas mejor, pero es que la sociedad impone reglas a las que hay que adaptarse y esta sociedad no es peor ni mejor, es diferente.

– ¿Van muchos niños al sicólogo?

– Sí, claro, pero es bajo la siguiente óptica: en cuanto un hijo presenta un problema queremos solucionarlo con urgencia, como si fuera un problema de fontanería, pero es que los niños en su desarrollo presentan situaciones conflictivas. Los padres deben confiar en que la educación es una tarea que sembramos hoy para recoger en el futuro y hay que prepararles para cuando sean adultos.

Fuente: hoy.es