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Poner normas a los adolescentes reduce su sobreconsumo de Internet y otros medios electrónicos

Una encuesta realizada en los EEUU por la Kaiser Family Foundation (organización no lucrativa con sede en California dedicada a la información sobre la salud) ha puesto de relieve un gran aumento en el tiempo que los más jóvenes dedican a los medios electrónicos de entretenimiento. Los muchachos de entre 8 y 18 años pasan una media de 7 horas y 38 minutos al día (más de 53 horas a la semana) utilizando este tipo de medios, buena parte de las cuales pasan realizando multitarea mediática (usar más de un medio al mismo tiempo; p.ej. escuchar música mientras navegan por Internet): esto hace que esas horas equivalgan a 10:45 h de consumo mediático total. Este cómputo no incluye la hora y media que pasan enviando SMSs o la media hora que hablan por teléfono diariamente.

Según el estudio, los adolescentes y preadolescentes estadounidenses pasan prácticamente cada hora que están despiertos (excepto las horas de clase) utilizando un smart phone, un ordenador, la TV o algún otro dispositivo electrónico. Los resultados han sorprendido a sus autores por el imprevisto aumento desde la anterior edición de esta serie de estudios (1 h y 17 minutos más con respecto al estudio de 2004), y parece confirmar los temores de los padres de que sus hijos viven atados a este tipo de aparatos. Se achaca este aumento a la mayor disponibilidad de elementos portátiles como iPods o smart phones que llevan los medios electrónicos hasta los bolsillos y las camas de los adolescentes; de hecho el estudio refleja que los jóvenes pasan más tiempo escuchando música, jugando o viendo vídeos en sus móviles que hablando por ellos. El 66% posee su propio teléfono celular (en 2004 eran sólo el 39%).

Es significativo el descubrimiento que el estudio hace de la conexión entre un elevado uso de estos medios con los problemas de conducta o de rendimiento escolar. El 47% de los usuarios que pasaban 16 horas o más al día conectados a estos dispositivos, tenían notas bajas. También muestran más tendencia a sentirse aburridos o tristes o a meterse en problemas, llevarse mal con sus padres o no gustarles el colegio. El estudio no explica si son los medios electrónicos los que causan esos problemas o si, más bien, son los jóvenes con problemas los que acaban usando más esos medios.

El estudio Generación M2: Los media en las vidas de los jóvenes entre 8 y 18 años es el tercero que a nivel de los EEUU lleva a cabo esta fundación y es uno de los más completos que se publican sobre el uso que de los medios hace la juventud de aquel país. Se basa en una encuesta a más de 2.000 estudiantes realizada entre octubre de 2008 y mayo de 2009.

El uso medio de los jóvenes incluía:

  • 4,5 h de TV al día
  • 2,5 de música
  • 1,5 h de ordenador
  • 1,25 h de videojuegos
  • aprox. 0,5 h imprimiento cosas y 0,25 viendo películas

En cuanto a las actividades puramente online, incluyen:

  • redes sociales: 22 minutos/día; a partir del 7º curso, el 74% tiene un perfil en una red social online
  • juegos online: 17 minutos
  • vídeos online: 15 minutos
  • periódicos o revistas online: 2 minutos

Más del 70% de los adolescentes y preadolescentes tienen, según el estudio, una TV en su cuarto, y cerca de un tercio también tienen en él un ordenador con conexión a Internet. Los que menos tiempo pasan, lógicamente, son los que tienen normas como no ver la tele durante las comidas o en el cuarto, o tienen límites en su consumo de medios electrónicos (sólo representan un tercio de los encuestados). Casi la mitad de ellos afirmó que la TV estaba siempre encendida en su casa, aunque no hubiera nadie mirándola. Aunque el uso directo de TV ha disminuido, el hecho de que ahora se pueda acceder desde Internet, celulares o iPods ha producido un aumento en el total de consumo de contenido televisivo.

Los jóvenes estadounidenses que más tiempo pasan con estos medios son los de origen afroamericano o hispanoamericano, así como los tweens (entre 11 y 14). Esta disparidad étnica en el uso de los medios ha aumentado desde el anterior estudio.

Los autores del estudio reconocen que ya ha quedado desfasado en ciertos aspectos, pues cuando comenzaron las encuestas, uno de los usos más comunes hoy día, Twitter, aún no estaba tan extendido. Advierten de que los avances tecnológicos facilitan un consumo cada vez mayor de este tipo de medios, lo cual obliga a los investigadores sociales, a las administraciones y a los progenitores a estar al tanto del impacto que dichas tecnologías suponen para la vida de los menores.

Fuente: Kaiser Family Foundation y NY Times.

‘Los padres son los principales responsables de las ciberadicciones de los adolescentes’

Aunque si la adicción a internet es o no una patología psiquiátrica es algo sobre lo que los especialistas en el mundo todavía no llegan a acuerdo, una investigación realizada en Taiwán concluye que los niños con déficit atencional y fobia social tienen más posibilidades de desarrollar este problema en la adolescencia.

“¿Llegará a ser la adicción a internet la epidemia del siglo XXI?”, se preguntan los doctores Dimitri A. Christakis y Megan A. Moreno, del Centro para la Salud, Conducta y Desarrollo Infantil de Washington en la editorial de la última edición de la Revista de la Asociación Americana de Medicina (JAMA).

Y lo dicen basándose en los resultados del estudio más destacado en esta publicación, realizado por el Departamento de Psiquiatría del Hospital de la U. Kaoshiung en Taiwán. Se trata de un seguimiento a más de 2 mil adolescentes para ver sus conductas ante el computador.

La investigación plantea que hasta el 18% de los adolescentes, tanto de Oriente como Occidente, pueden tener adicción a internet y debido a lo alto de esta cifra sugieren que debería ser catalogada como patología.

La investigación sostiene que los niños con depresión, déficit atencional con hiperactividad, fobia social y hostilidad tienen más posibilidades de desarrollar adicción a internet en la adolescencia. Por lo tanto, sugieren la detección temprana de estas patologías para tratarlas antes de llegar a la adolescencia.

“Entre el 20 y el 30% de los adolescentes en Chile tiene problemas con el uso de internet y los videojuegos”, sostiene Elías Arab, psiquiatra del Hospital Clínico de la U. de Chile.

Juan Pablo Westphal, psicólogo de la Clínica Santa María, concuerda con Arab y admite que la investigación de Taiwán le hace mucho sentido. “Los chicos con dificultades de vínculos, con déficit atencional, se encierran mucho en el computador porque con la tecnología no se requieren muchas habilidades sociales para interactuar. El problema es que viven ahí y no en la realidad”.

Internet les brinda todo “de manera inmediata, con múltiples estímulos, lo que es muy atractivo para un niño con vulnerabilidades”, como déficit atencional o fobia social, añade la psicóloga Macarena López, de la Unidad de Adolescencia de la Clínica Santa Sofía.

Para Westphal, son los padres los que tienen la mayor responsabilidad ante esta conducta de sus hijos al construir para ellos verdaderos refugios. “En sus habitaciones tienen TV cable, computador con acceso a internet, consolas de videojuegos, música. O sea, tienen todo para vivir encerrados. Y los papás, más encima, les llevan la comida en bandeja”.

Fuente: Akronoticias

Los menores dedican hora y media a navegar por webs no recomendables sin control alguno

Los menores dedican 1 hora y 23 minutos diarios a nevegar en Internet y en su inmensa mayoría por webs para adultos o con contenidos no recomendados.El 87,5% de las visitas efectuadas a «páginas no recomendadas» -se han analizado 1.270 visitas- se dirigen a la categoría de «sexo/ pornografía», con una media de permanencia de 76 segundos, seguida de la categoría de «juegos» con un 8,2% de las visitas y 4.6 minutos de permanencia, y la de «apuestas», con un 7,2% y un minuto de permanencia en la página. Por ultimo, es destacable la categoría «sectas» que siendo solo un 2% de las visitas tiene el récord de permanencia con un promedio de 5 minutos. Son los datos obtenidos del análisis de las más de 145.000 páginas web visitadas por los usuarios del servicio Danba.

El 86% de los menores accede a terminales sin ningún sistema de filtrado permitiendo la visita a páginas de alto riesgo. Como consecuencia, uno de cada dos menores en España accede de forma regular a páginas no apropiadas o utiliza Internet de forma compulsiva/adictiva. Según datos de Anesvad, en Internet existen alrededor de cuatro millones de webs cuyo contenido es inapropiado para niños y adolescentes, y se calcula que cada día se crean, al menos, 500 sitios con las mismas características.

Los chats son también una herramienta de alto riesgo y un 45% de los menores admite que se conecta habitualmente. Como consecuencia de su uso indebido, el 30% afirma que ya ha facilitado su número de teléfono o dirección en alguna ocasión durante sus conexiones, y el 14% asegura que ha concertado una cita con un desconocido.

Fuente: lavozdegalicia.es

El 43% de los menores españoles navega solo y sin control en Internet

Según un estudio de la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, un 43% de los menores españoles asegura que navega por Internet sin control alguno de sus padres,

El informe, que estudia el consumo de medios audiovisuales de un total de 11.000 niños de entre 10 y 18 años de 20 ciudades españolas, indica que el 73,6% de ellos navega solo; prácticamente la mitad (49,3%) afirma haber aprendido también en solitario a moverse por la red.

Unicamente el 18,4% de los menores tiene instalado un filtro de contenidos, frente al 66,7% que dispone de antivirus en su ordenador, un aparato tecnológico que en el 26,1% de los casos está en el dormitorio de los jóvenes, y en un 30,7%, en un cuarto de estudio.

Asimismo, un 52,6% aseguran no discutir con sus padres por el uso de la red y si lo hacen es únicamente por el tiempo de conexión.

La investigación también resalta que el 57,3% de los menores afirma conocer a alguien que está enganchado a Internet y el 23% considera que la red puede provocar adicción.

Bringué ha explicado que Internet resta tiempo al estudio en el 22,7% de los casos analizados, aunque sigue siendo la televisión la que roba más dedicación a los estudios, ya que un 25,6% de los chavales reconoce que ve la tele mientras estudia.

Preguntados por los investigadores por su «plan perfecto» para después de cenar, los jóvenes establecieron la televisión en primer lugar (30,5%), seguida por los videojuegos (19,8%), Internet (16,7%) y la música (9,6%).

El estudio revela que casi el 60% de los menores encuestados ve la televisión entre una y dos horas al día entre semana, y que más de la mitad (53,2%) lo hacen en solitario (un 44,3% sin restricciones de programas), una situación que se repite con Internet, donde existe un escaso control por parte de los progenitores con respecto a los contenidos.

Fuente: mujer.orange.es

La adicción a Internet se multiplica por cuatro

La adicción a las nuevas tecnologías se manifiesta en el progresivo cambio de comportamiento de la persona: reserva, asociabilidad, insomnio, largas horas frente al ordenador…

Si hacemos caso del estudio realizado por doctora Kimberley Young, de la Universidad norteamericana de Pittsburg y pionera en el conocimiento de ésta y otras patologías de nuevo cuño, esta forma de adicción (en especial la adicción a internet) afecta, ya, a uno de cada diez internautas.

Carmen Bayón con la colaboración de diversos centros de Madrid y Barcelona, está realizando un estudio (el primero de estas características en España) para obtener datos fiables sobre la adicción a internet en nuestro país. Con los datos reunidos hasta el momento, el estudio apunta a que entre un 6 y un 9 por ciento de los usuarios españoles de internet podrían haber desarrollado un proceso adictivo.

Algunos de los más destacados especialistas sobre la cuestión se dieron cita el pasado 20 de noviembre en el Hospital Clínico de Madrid, donde se celebró, el «Simposio internacional sobre adicciones a nuevas tecnologías» organizado por la Fundación Gaudium, y al que asistió Pantallasamigas.

En nuestro país, dicen los organizadores, se han multiplicado por cuatro (solo durante el último año y medio), las consultas a especialistas relacionadas con el abuso de internet, las videoconsolas o los teléfonos móviles. En palabras de Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco, «cualquier adicción es una patología de la libertad», que se produce cuando una conducta inofensiva «acaba convirtiéndose en un hábito que el sujeto ya no puede controlar» y que interfiere en otros aspectos de su vida.

Esta forma de adicción (en especial la adicción a internet) afecta, ya, a uno de cada diez internautas.
La adicción a las nuevas tecnologías sigue el mismo patrón que cualquier otra conducta adictiva. Existe un «placer inicial» que se convierte en una pérdida de control sobre la actividad (compras, sexo, internet…) y que genera dependencia, síntomas que son análogos a los que generan el alcoholismo o la drogodependencia.

Según el más reciente, elaborado el año pasado por el Ayuntamiento de Madrid sobre una población de 560.000 adolescentes entre los 15 y los 24 años, aproximadamente un 15 por ciento hace un uso inadecuado de las nuevas tecnologías.

Padres poco preparados

«El 70 por ciento de los padres se confiesan absolutamente legos en el manejo de internet, de los chats, de las videoconsolas o de los juegos en red, y por tanto no tienen criterio de cómo administrarlo» según el director general de Adicciones de Madrid Salud, Francisco Babín. Lo primero que hay que hacer es detectar si existe algo anómalo en la conducta del menor,

Una vez identificado el problema, los expertos proponen combatirlo a través de la vigilancia (que los niños no estén solos cuando se conecten a internet, sino acompañados por un adulto), o impedir que el hecho de estar navegando se superponga con otras actividades de la vida diaria. También se recomienda poner el problema en conocimiento del psicólogo del colegio y actuar siempre de acuerdo con él y, en su caso, con el médico de familia.

Fuente:abc.es

«La clave de Internet es regular el tiempo»

Según Carlos Pajuelo Morán, profesor de Psicología social de la Universidad de Extremadura, y miembro del departamento de Atención Temprana de la Consejería de Educación, Internet tiene «más beneficios que desventajas» para la educación de los menores. Sin embargo, admite que se dan, más que adicciones, abusos de las nuevas tecnologías. La clave, asegura es «regular el tiempo».

– Trabaja con niños en atención temprana y enseña a jóvenes de la universidad, ¿percibe cómo maduran cuando se los vuelve a encontrar a los pocos años?

– Creo que es un privilegio dar clase en la Universidad porque la inmensa mayoría está motivada. En la Universidad es distinto porque participas con tus alumnos y reflexionas con ellos, ya que la asignatura que imparto, sicología social, tiene que ver con su propio comportamiento cotidiano, sobre cómo conocemos a la gente, por qué hay personas que no caen bien o mal o sobre el enamoramiento, que es uno de los temas que más les gusta. En mi caso, ayudo a los alumnos a que hagan reflexiones sobre su propio comportamiento.

– ¿Se diferencian mucho sus alumnos de ahora respecto a los que tenía en los años noventa cuando todavía no disponían de internet?

– Yo soy un optimista y mi observación es que cada curso los alumnos que llegan son mejores que los del año anterior. Internet ha supuesto un avance espectacular para ellos y para los profesores porque facilita alcanzar los contenidos. Hace diez años hacían más trabajo de búsqueda de información, que sólo estaba en los libros. Ahora este tipo de trabajos quedarían obsoletos, ya que con dos herramientas, que son copiar y pegar, se hace un trabajo. Ahora el reto es buscar la información más actualizada y en este sentido para mí internet es una revolución y un avance. Tiene más virtudes y beneficios que problemas, otra cosa es que sólo hablemos de los problemas.

– Esta semana daba usted una charla en el instituto Castelar de Badajoz titulada ‘¿Se puede vivir sin messenger? La adicción a las nuevas tecnologías’, ¿qué cuenta?

– Mi mensaje con los alumnos y también con los padres es que internet es una herramienta positiva que nos ayuda a desarrollarnos, aunque también tenga limitaciones o desemboque en situaciones peligrosas, pero las mismas que puede conllevar conducir un coche si no se usa bien. En nuestra sociedad si unos adolescentes graban un vídeo con una pelea y la cuelgan en internet o la difunden de otro modo, esto es más noticia que si unos alumnos han sido capaces de identificar qué ríos pasan por su comunidad. Sólo trascienden las cosas malas, pero te aseguro que con internet se aprenden más cosas buenas que malas.

Regular el tiempo

– O sea, que el título es más una provocación que un reflejo de la realidad…

– Claro. Yo cuando les hablaba a estos alumnos les preguntaba ¿cuántos tienen móvil? y se reían porque tienen todos. ¿Y cuántos lo tienen apagado? Y resulta que todos lo tenían encendido aunque silenciado. ¿Qué pasa? Que se trata de una herramienta de comunicación. Lo que le ocurre a los alumnos es que con un simple toque se hacen presentes. Nosotros antes pensábamos en nuestros amigos o en nuestras parejas, pero es que ahora además dándole un toque a alguien le estás diciendo ‘pienso en ti’. Es normal que aprovechen estas cosas.

– Los datos de usuarios de redes sociales como tuenti o facebook son abrumadores, con un tiempo de uso medio de sus páginas de cuatro horas al día, ¿ha analizado este fenómeno?

– Las redes sociales están ahí y juegan un papel importante de socialización. Los adolescentes valoran tener sus grupos de referencia y poderse comunicar. Ellos están orgullosos de estar en una red social con cientos de personas que consideran sus amigos. Lo que ocurre que que generan afición, que no hay que confundir con adicción, aunque en algunos casos sí con abuso. Es su mundo particular, para ellos es gratificante estar ahí. Además, se sienten al margen del control de los progenitores. Yo doy charlas a los padres sobre este tema y les hago ver que no que es peligroso sino que quizás les quite tiempo para hacer otras cosas. En cualquier caso, los mayores deben aprender a comprender por qué este mundo de internet es tan llamativo para sus hijos. Y les pongo como ejemplo por qué en los hogares de la tercera edad cuando ponen conexión a internet la sala se llena porque todos disfrutan chateando y es que te aportan muchas cosas positivas. La clave es regular el tiempo.

– ¿Les preocupa a los padres no tener control sobre qué hay en la pantalla del ordenador de su hijo?

– Claro porque la información que a veces se da es peligrosa. Y es cierto que a veces se dan situaciones de peligro, pero igual que en la calle porque los seres humanos no somos todos bondadosos. La solución es informar a los hijos, que quieren tener su propia vida y no ser controlados. Es decir, hay que comunicarles que no toda la gente que chatea o están en las redes sociales son quienes dicen ser porque internet permite el engaño. Sólo hay que estar atentos y el padre debe decirle que si conocen a alguien que les gusta mucho no tiene que mandarle fotos o darle datos personales, pero no coartarle el uso o sentarte detrás para leer con quién hablan porque entonces empezarán a ocultar cosas.

– ¿Qué otras cuestiones preocupan hoy día a los padres en las charlas que usted les da?

– Hay una situación paradójica. Los padres actuales son los que están más preocupados por la educación de sus hijos, están muchos más formados porque hay material que da información sobre estrategias para ayudar a los hijos, desde manuales a programas de televisión. Pese a esto, esos mismos padres tienen más miedo que nunca. Antes no habían tantos temores y la cosas discurrían de forma natural. Yo creo que se debe al hedonismo y a que no queremos que nuestros hijos sufran, por eso cualquier contratiempo académico o personal de nuestros niños lo vivimos como una tragedia, no como algo normal en niños que se están desarrollando. El problema es que los padres quisiéramos que nuestros hijos se comportaran como si tuviesen 30 años. El otro problema es la comparación. Los mayores decimos constantemente ‘es que antes …’ Y no se puede comparar a los niños de ahora con los niños de antes porque la sociedad de ahora no es la de antes. Ahora, como antes, hay ventajas y desventajas, pero yo me atrevo a decir que ahora son mayores las ventajas.

– Sostiene usted que los padres de ahora son los que más se preocupan por sus hijos, en contra de otro discurso basado en que si el padre y la madre trabajan el niño pasa más tiempo solo, ¿qué opina?

– Esto es una realidad, pero cuando nuestras madres no trabajaban y estaban en casa nosotros estábamos en la calle, no bajo la estricta supervisión de ellas. Lo ideal sería estar todos juntos cuantas más horas mejor, pero es que la sociedad impone reglas a las que hay que adaptarse y esta sociedad no es peor ni mejor, es diferente.

– ¿Van muchos niños al sicólogo?

– Sí, claro, pero es bajo la siguiente óptica: en cuanto un hijo presenta un problema queremos solucionarlo con urgencia, como si fuera un problema de fontanería, pero es que los niños en su desarrollo presentan situaciones conflictivas. Los padres deben confiar en que la educación es una tarea que sembramos hoy para recoger en el futuro y hay que prepararles para cuando sean adultos.

Fuente: hoy.es

la mitad de los niños chilenos navega solo y sin protección

Según el estudio de la Fundación Telefónica y la Universidad de Navarra que aborda los hábitos tecnológicos de más de 25 mil escolares, de entre 6 y 18 años en Latinoamérica, el perfil de los chicos de hoy: interconectados, capaces de hacer mil cosas a la vez, navegar por internet, escuchar música, chatear, hablar por celular. Incluso cuando hacen toman un descanso, lejos de desconectarse, acuden a su consola de videojuegos.

Del estudio “Generaciones Interactivas en Iberoamérica: niños y adolescentes frente a las pantallas” se desprende que son los niños chilenos los que lideran el uso del ordenador (82%),de internet (51%)y videoconsolas (47%).

El 33% de los adolescentes de la región tiene el computador en su cuarto. Fernando García Fernández, profesor de la Universidad de Navarra y uno de los autores del estudio, explica que esto ha facilitado la proliferación de fenómenos como el grooming, o el acoso a los niños vía internet.

solos y sin protección

“Mis padres no hacen nada mientras navego por internet”, es la consigna de la mayoría de los adolescentes chilenos según el estudio. El 48% de los niños chilenos entre 10 y 18 años dice que navega en forma autónoma y uno de cada tres adolescentes chilenos dice que chatear con desconocidos es habitual. Sólo Brasil supera a Chile en esta “libertad absoluta” para navegar, con el 54% de los casos, seguido de Venezuela, que ocupa el tercer lugar con el 45%. A nivel regional, sólo el 11% de toda la muestra reconoce tener un filtro contra páginas web “inapropiadas”.

Si bien ni niños ni padres tienen en cuenta la seguridad personal al navegar, sí se preocupan de la seguridad del PC, especialmente los chilenos: 62% de los adolescentes dice tener instalado antivirus.

videojuegos

Chile, con el 47%, es uno de los países con mayor penetración de consolas de videojuego, superado sólo por Brasil, con el 52%, y México, con el 47%. Los adolescentes chilenos muestran una clara preferencia hacia los videojuegos versus la TV, con el 57% de las preferencias. Llama la atención que el 35% de los niños chilenos diga que conoce a alguien que no para de jugar y que el 25% diga que “los juegos pueden ponerme violento.

Fuente:jac.cl

El control parental comienza por el control al consumo de Internet

El principio que han de seguir los padres frente a los malos usos de las tecnologías y los peligros de Internet es controlar el consumo que hace el hijo de la red. En palabras de Josep Rovira Guardiola, experto en la atención a la drogadicción, hay que dar a los hijos lo que necesitan, y «no todo lo que les piden».

Así lo expuso Rovira en la conferencia «Las acciones educativas dirigidas a padres, adolescentes, docentes y profesionales en la prevención de las adicciones», en el marco de las I Jornadas de Conductas Adictivas, organizadas por la Asociación San Miguel y la Universidad de La Laguna, con la colaboración de la Consejería de Sanidad, el Cabildo de Tenerife, el Ayuntamiento de La Laguna y el Ayuntamiento de Santa Cruz, CajaCanarias y Caja Siete.

Teófilo González, director técnico de la Asociación San Miguel, destacó ayer la relevancia de las jornadas, que han servido para que los expertos en la materia ayuden a la prevención de las drogodependencias. Esta entidad tinerfeña ha comenzado a ofrecer un nuevo servicio -además del que ya prestaba en relación a la atención a las drogodependencias- con el que pretende dar respuesta a las adicciones al móvil, internet, el juego e incluso el sexo, dado su constante incremento.

Según González, el objetivo del encuentro era profundizar en el estudio de un grupo de enfermedades que tienen su origen en algún tipo de conducta aprendida, porque se autorefuerzan con el paso de los años y llegan a ser compulsivas.

Entre ellas se encuentran la adicción a las drogas, la ludopatía, los trastornos alimentarios, la ansiedad o la adicción a las nuevas tecnologías.

Dijo que cualquier adicción es preocupante y aconsejó a los padres y educadores que velaran para que evitar que los niños se encierren en su habitación horas y horas, sin atender a llamadas ni razones.

Apuntó que los problemas adictivos se derivan, en gran parte, del proceso social actual. Apuntó que los niños con adicciones se forjan en familias normalizadas, pero en las que no ha existido límite al consumo. Por este motivo, aconsejó valerse de estos momentos de crisis para poner freno al consumismo en los niños y jóvenes, dándoles razones para racionalizar los gastos.

Señaló que corresponde a los educadores de los niños (padres, familia o profesores) ser críticos con los modelos sociales, con el fin de que no se dejen llevar por lo que hacen los demás. Recalcó que los padres son los que tienen que dar a los hijos lo que necesitan, pero no todo lo que les piden.

Puso de manifiesto que los niños con adicciones, por ejemplo a las videoconsolas o a cualquier forma de tecnología, son personas vulnerables de su propia estima y, de adultos, pueden llegar a ser compradores compulsivos, entre otras consecuencias.

Entre los consejos prácticos que puso sobre la mesa el director del Área de Drogas de ABS Barcelona y fundador de Energy Control figura educar en la austeridad, «porque los niños no tienen capacidad de distinguir lo superfluo de lo necesario», indicó el experto.

Fuente: www.eldia.es